La terapia acuática es una intervención terapéutica en la que a través de las propiedades físicas (mecánicas) y químicas del agua, se busca alcanzar un objetivo de rehabilitación y mejora de la función. Para que esta se lleve a cabo es necesario contar con fisioterapeutas especializados y una piscina con unas características concretas.
No debemos confundir terapia acuática con hidroterapia, la segunda es un proceso terapéutico en el cual se utiliza el agua para tratar al cuerpo de forma parcial o total, ya sea a diferentes presiones o temperaturas. En esta última no es necesario que paciente y terapeuta estén dentro de la piscina.
La terapia acuática, necesita de fisioterapeutas especializados y piscinas específicas. Además, en ella, paciente y terapeuta trabajan dentro del agua
La terapia acuática aporta beneficios en diferentes aspectos del paciente. Desde un punto de vista fisiológico, en los sistemas renal, cardiovascular, neuromuscular, respiratorio, músculo- esquelético. Por ejemplo: la presión que se genera en el agua hace por un lado, que los valores del volumen sanguíneo se eleven, y éste se dirija hacia el corazón y los riñones aumentando con ello la diuresis. Y por otro, provoca un incremento del retorno venoso y linfático, aumentando en un 60% el volumen central (cantidad de sangre que regresa al corazón y la capacidad del corazón para bombear la sangre hacia las arterias), el tono muscular se normaliza, aumenta la frecuencia respiratoria y el trabajo ventilatorio, la amplitud de movimientos es mayor, la sobrecarga articular menor y el movimiento es más eficaz. También hay beneficios a nivel psicológico, mejorando la autoestima y autoconfianza de los pacientes, debido a que es un medio en el que se experimenta una sensación de ingravidez y facilidad de movimiento, la ejecución de la terapia es mucho más liviana que en seco.
El agua, aporta sensación de ingravidez y facilidad de movimiento, por lo que la ejecución de la terapia rehabilitadora es mucho más liviana que en seco
Presenta indicaciones en cualquier ámbito clínico y de rehabilitación, pero también existen precauciones o contraindicaciones absolutas, tales como: precauciones: (pacientes con traqueotomía, con oxígeno, con sondas vesicales o gastrostomías, paliativos, con epilepsia farmacorresistente, alergias a algunos elementos del medio, déficits visuales o auditivos, problemas de conducta) y contraindicaciones: (heridas abiertas, problemas cardiacos o respiratorios graves, insuficiencia renal grave, procesos infecciosos o fiebre, presencia de e escayolas, medicación determinada, entre otras).
Con las debidas precauciones, la terapia acuática es muy recomendable incluso en bebés con traqueotomía
En el agua, podemos trabajar patrones motores que en seco a veces son complicados de realizar, por ejemplo, uno de nuestros niños con patología neuromuscular quizá no puede ejecutar una marcha adecuada o mantenerse con una sedestación erguida. Sin embargo, debido a las características que proporciona el medio, aunque se observe una debilidad en la musculatura de miembros inferiores, la carga que tiene que soportar para realizar estas actividades será mucho menor. De este modo, realizamos actividades que fuera serían casi imposibles o que necesitarían mayor ayuda tanto por parte del profesional como del propio niño. Esto a su vez aporta mayor autonomía y por tanto, no sólo los beneficios físicos sino también los psicológicos mencionados anteriormente.
En el agua, se trabajan patrones motores difíciles de realizar en seco. Por ejemplo una marcha adecuada o una sedestación erguida mantenida
Tras todo lo indicado, cualquier niño con patologías neuromusculares, en concreto en este caso miopatía nemalínica, puede beneficiarse de la terapia en el agua, dadas las características que presenta el medio, los beneficios que posee y las mejoras que suponen para estos peques a todos los niveles.
La terapia acuática es muy importante a nivel psicológico, mejora la autoestima y la autoconfianza
#terapiaacuática #miopatíanemalínica #nemalínica #miopatía #terapiaenelagua